La oportunidad para la gobernabilidad y gobernanza estatal y municipal
Tenemos que aprovechar la coyuntura política entre el gobierno del estado y municipal para formular estrategias de gobernabilidad, gobernanza y cultura ciudadana en torno a la importancia de la movilidad urbana segura, en donde el transporte público, diseño de vialidades y reducción de muertes y lesiones por incidentes de tránsito, deberían ser la prioridad de estos gobiernos, así como de los diferentes sectores de la sociedad para no poner en riesgo la calidad de vida y la rentabilidad de las inversiones en el largo plazo.
En días pasados en la toma de protesta de la nueva directica de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida, el titular del Gobierno de Yucatán manifestó que los temas prioritarios que deberán tomarse en cuenta, a pesar de su complejidad son el transporte público y las vialidades. Este posicionamiento claro y enfático ante uno de los sectores más poderosos de la economía en la región, representa el interés por trabajar en conjunto con la sociedad para atender cuestiones de movilidad que nos están costando tiempo y dinero día a día.
Mientras la ciudad crece y se expande, las problemáticas de movilidad se hacen cada vez más difíciles de atender, y por tanto más costosas. Por lo cual, resulta prioritario que el gobierno mantenga una postura definida sobre estos temas y que siempre manifieste que hay una estrategia en al menos tres niveles de compromiso y trabajo.
Un primer nivel se debería relacionar con el equipo de gobierno que desde el Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT), pasando por diferentes áreas hasta llegar al Instituto Municipal de Planeación de Mérida (IMPLAN), para demostrar que existe gobernabilidad y que todas las dependencias relacionadas con la cuestión de la movilidad urbana, en donde la planeación de la ciudad junto con la de las vialidades y del transporte público, juegan un papel trascendental en la toma de decisiones. Es decir, el discurso del Gobernador de Yucatán debe de quedar perfectamente posicionado en el quehacer diario de su equipo operativo de más alto nivel, hasta llegar a las instancias municipales. Hay que aprovechar la coyuntura política para que tanto el gobierno estatal como el municipal, puedan estar en sintonía desde sus principales líderes, hasta la última ventanilla de atención al público. Que a todo el aparato gubernamental le quede claro que la prioridad de este gobierno son el transporte público y las vialidades.
Un segundo nivel de trabajo tiene que ver con los ejercicios de gobernanza y comunicación social. En este esquema, el ejecutivo estatal junto con su equipo de primer contacto para la toma de decisiones trabaja intensamente en coaliciones, acuerdos y negociaciones con los diferentes sectores de la sociedad. En el entendido de que el tema de la movilidad urbana de Mérida y ni qué decir del Estado de Yucatán, requiere de esfuerzos colectivos inconmensurables e impostergables. Es decir, el ejecutivo no puede resolver solo este serio problema que hemos arrastrado a lo largo de décadas. Hoy más que nunca ser requerirá mucho más de habilidades de alta negociación para llegar a acuerdos de gran impacto social, más allá que las soluciones meramente técnicas. Esto implica sentarse a platicar con los diferentes sectores e intereses para ver la problemática a largo plazo y convencer que estos problemas son de todos. Que cada día que pasa sin hacer nada al respecto, le estamos cargando la factura a la calidad de vida y a la rentabilidad de las inversiones en el corto, mediano y largo plazo.
Finalmente, el tercer nivel de actuación tiene que ver con la construcción de una cultura ciudadana y el fomento de la educación vial. Para ello tenemos que del 26 al 28 de marzo el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR) y el Centro Internacional de Formación para Autoridades y Líderes en Mérida (CIFAL Mérida) estarán trabajado con un equipo de Republica Dominicana en el Programa Educativo de Alto Impacto en Seguridad Vial “el cual tiene como objetivo contribuir hacia el logro de la meta global de la ONU de reducir en un 50%, el número de muertes y traumatismos causados por accidentes de tránsito de aquí al 2020, y reducir a la mitad el número de muertes y lesiones por accidentes de tránsito atribuibles al alcohol hacia el 2030”.
En virtud de lo anterior, tenemos que hay que aprovechar la coyuntura política entre el gobierno del estado y municipal para formular estrategias de gobernabilidad, gobernanza y cultura ciudadana en torno a la importancia de la movilidad urbana segura, en donde el transporte público, diseño de vialidades y reducción de muertes y lesiones por incidentes de tránsito, deberían ser la prioridad de estos gobiernos, así como de los diferentes sectores de la sociedad para no poner en riesgo la calidad de vida y la rentabilidad de las inversiones en el largo plazo.
Publicado originalmente en prensa local Por Esto! 25 de marzo de 2019.