Estamos hablando de una de las obras más significativas para el desarrollo de la Ciudad de México y revisando su cronología, en menos de 4 años se logró su materialización para garantizar que el inicio de los estudios pasaran a ser parte de la realidad en la vida cotidiana de millones de citadinos y de la zona metropolitana. El gran cuestionamiento actual, sería ¿Qué hubiera pasado si esta obra nunca se hubiera realizado? O en su caso, ¿que el 4 de septiembre de 1969, se hubiera atrasado para “algún” día de la siguiente década?

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Medio siglo del Metro en la CDMX y la lentitud de la transformación de la movilidad urbana en Mérida