Iniciativa por una Ciudad de 30 km/hr
Con el mensaje de “En Bilbao vivimos 30 veces mejor!”, junto a 17 ciudades españolas y otras 13 del resto de Europa, la velocidad máxima de 30 km/hr representa una iniciativa altamente rentable y positiva para la población. Primero que nada, no cuesta nada reducir la velocidad y los resultados permitirían evitar incidentes viales, además de darle seguridad a otros tipos de movilidad no motorizada, como lo son los peatones y ciclistas, los cuales no han sido aún visibilizados en la política pública de la movilidad.
El tema de la reducción de la velocidad no es una cuestión de gustos o preferencias. Falta con precisar que de ello depende las vidas de las personas para tomar medidas urgentes sobre la seguridad que podemos ofrecer en las calles de Mérida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un estudio en 2011 “sobre atropellos y velocidad y con ello estableció que el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello se reduce como mínimo cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h en lugar de 50. También reduce un 3% el riesgo de resultar herido grave y un 4% el de sufrir un accidente con víctimas mortales”[1]. En virtud de lo anterior, ciudades europeas iniciaron una serie de campañas de concientización para modificar los marcos jurídicos, además de establecer estrategias de concientización en la población, sobre todo en los jóvenes con respecto a la importancia de esta reducción de la velocidad, ya que puede asegurar la supervivencia en la mayoría de los incidentes viales.
Como respuesta a esta iniciativa cuyo principal objetivo es el de proteger la vida por encima de todo, se inició la campaña Ciudades 30, para determinar que la velocidad máxima permitida en zonas urbanas y pobladas sea de 30 km/hr. Es así como desde enero de 2013 diferentes regiones españolas iniciaron estrategias mediáticas y de convencimiento de la población para recabar firmas e incidir en la política pública de movilidad.
Como resultado se tuvo que la ciudad de Bilbao inició a partir del 30 de junio de 2018 con la siguiente estrategia de movilidad:
- La velocidad máxima de circulación será de 30 km/h en todas las calles de Bilbao excepto en las que sirvan de conexión con barrios o vías de alta capacidad cuyo límite será de 50 km/h.
- En total se circulará a 30 km/h en el 87 por ciento de los 377 kilómetros que tiene en total la ciudad.
- Reducir la velocidad a 30 km/h en la ciudad conlleva aumentar el campo de visión, establecer un mayor contacto visual con otros usuarios y, en caso de atropello, reducir la lesividad[2].
Cabe señalar que la ciudad de Bilbao con 345 mil habitantes[3] recibió en 2017, 1.32 millones de visitantes que acudieron al Museo Guggenheim[4], esto significó incrementar casi cuatro veces su población a lo largo del año, al mismo tiempo que se garantizó su eficiencia urbana y atractivo turístico. Es decir, las acciones que se implementan están pensadas tanto para el beneficio de los visitantes como de los locales.
En virtud de lo anterior y considerando la grave problemática que se vive en la ciudad de Mérida, ante tantos incidentes en la vía publica que conllevan daños materiales, pero sobre todo pérdidas humanas, se debería priorizar una campaña de protección de la vida a través de dos iniciativas, primero que nada sobre la reducción de la velocidad a 30 km/hr, toda vez que los estudios de la OMS han demostrado el riesgo del impacto al ir a mayor velocidad, y en segundo lugar formular una campaña para generar consciencia en la personas, sobre todo en los jóvenes sobre la importancia que tiene nuestro desempeño en la vía publica cada vez que jugamos el rol de conductores.
Con el mensaje de “En Bilbao vivimos 30 veces mejor!”, junto a 17 ciudades españolas y otras 13 del resto de Europa, la velocidad máxima de 30 km/hr representa una iniciativa altamente rentable y positiva para la población. Primero que nada, no cuesta nada reducir la velocidad y los resultados permitirían evitar incidentes viales, además de darle seguridad a otros tipos de movilidad no motorizada, como lo son los peatones y ciclistas, los cuales no han sido aún visibilizados en la política pública de la movilidad.
[1] http://revista.dgt.es/es/reportajes/2019/10OCTUBRE/1001ciudades-30-portada.shtml#.XaNgXGaZLv8
[2]https://www.bilbao.eus/cs/Satellite?c=BIO_Noticia_FA&cid=1279180351803&language=en&pageid=3000005580&pagename=Bilbaonet%2FBIO_Noticia_FA%2FBIO_Noticia#fichero
[3] https://www.foro-ciudad.com/vizcaya/bilbao/habitantes.html#EvolucionTabla
[4] https://elpais.com/cultura/2018/01/02/actualidad/1514904795_842946.html
Publicado originalmente en prensa local Por Esto! 14 de octubre de 2019.