Los derechos de los artesanos de Dzityá en la Mérida sustentable
Se sugiere ver las cosas desde otra perspectiva. Los planes de Mérida sustentable deberían de trabajar con las comunidades que nos representan culturalmente ante México y el mundo entero. Parte de nuestra identidad y patrimonio intangible está en las manos de los artesanos de Dzityá y, por tanto, habría que establecer estrategias de apoyo para garantizarles mejores condiciones ambientales para realizar sus actividades y comercializar sus productos a nivel global, así como promocionar a la comisaria a nivel internacional como una buena práctica de vinculación de las actividades artesanales con la innovación y la sustentabilidad.
El pasado 30 de abril se comunicó por este medio la noticia de que el Ayuntamiento de Mérida sin ninguna inspección de por medio, realizó la clausura de dos talleres de tallado de piedra y cantera en la Comisaría de Dzityá, afectando a más de 50 familias. Independientemente del cumplimiento o no de los procesos administrativos que le competen a la Dirección de Desarrollo Urbano para realizar este tipo de clausuras, hay que analizar el tema de fondo. Debido a que no deberíamos de centrar nuestra atención únicamente en dicha clausura “exprés” por queja de nuevos vecinos. Hay que centrarnos en lo verdaderamente importante que sucede en la localidad de Dzityá.
Para ello se sugiere conocer el trabajo “Diagnóstico y avances en la planeación del desarrollo comunitario de la comunidad de Dzityá, Yucatán, desde la perspectiva de la sustentabilidad. Oportunidades y retos” realizado por los investigadores Yara Ruiz, Francisco Sarmiento y Mayanin Sosa de la Maestría en Planificación de Empresas y Desarrollo Regional, Tecnológico Nacional de México del Instituto Tecnológico de Mérida[1], debido a que precisan de que el nuevo modelo de planeación del desarrollo se centra en las personas y no en los objetos, y para ello hay que comprender el desarrollo cualitativo para garantizar el bienestar integral de la sociedad. Asimismo, enfatizan la importancia de comprender las necesidades humanas desde una perspectiva cultural y evolutiva en el tiempo, ya que “(…) Lo que cambia, a través del tiempo y las culturas, es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades”.
La comunidad de Dzityá se ha caracterizado históricamente por consolidar una economía local a través de la manufactura de artesanías de piedra y cantera. A lo largo del tiempo estos artesanos se han enfrentado a la circunstancia de que sus procesos no les han permitido alcanzar la sustentabilidad. Como consecuencia el “Instituto Tecnológico de Mérida ha fomentado la construcción de una red de conocimientos entre la institución y el sector productivo artesanal de Dzityá con la finalidad de fortalecer la innovación, la productividad y las mejores prácticas”.
Cabe señalar que el municipio de Mérida tiene una deuda histórica con los artesanos de Dzityá por que se les debería de apoyar con la construcción de talleres especializados para su trabajo. Finalmente, estos artesanos están realizando una labor que representa la cultura y tradición de nuestros orígenes. Sin embargo, el fenómeno de la expansión urbana y el negocio inmobiliario ha ido consumiendo suelo urbanizable en la periferia norte.
Ante esto el Ayuntamiento se encuentra en un callejón sin salida. ¿Cómo regularizar los talleres si no cumplen con la sustentabilidad y por obvias razones esos usos de suelo no están permitidos? Pero lo interesante es que sí se pueden otorgar permisos para uso habitacional, a pesar de estar en la zona afectada por las actividades del tallado de piedra y madera. Sí la autoridad NO reconoce la existencia de estos talleres, tampoco debería de considerarlos como “ilegales”. Porque esto sería asumir que la tradición artesanal que realiza esta comunidad es una actividad ilegal y, por tanto, la Feria Artesanal Tunich que se celebra anualmente, es producto y fomento de una “ilegalidad”.
En virtud de lo anterior, se sugiere ver las cosas desde otra perspectiva. Los planes de Mérida sustentable deberían de trabajar con las comunidades que nos representan culturalmente ante México y el mundo entero. Parte de nuestra identidad y patrimonio intangible está en las manos de los artesanos de Dzityá y, por tanto, habría que establecer estrategias de apoyo para garantizarles mejores condiciones ambientales para realizar sus actividades y comercializar sus productos a nivel global, así como promocionar a la comisaria a nivel internacional como una buena práctica de vinculación de las actividades artesanales con la innovación y la sustentabilidad. Hay que tener como prioridad mejorar la calidad de vida de esta comunidad. Y con base a estas estrategias, habría que determinar qué usos de suelo son compatibles con los talleres artesanales. Simplemente por orden de prelación, los artesanos llegaron mucho antes y, por tanto, el municipio debe de proteger sus derechos y garantizarles mejores condiciones de vida y opciones para el desarrollo comunitario de Dzityá por encima del avance inmobiliario.
[1] http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:1zPl5EbmwYkJ:ru.iiec.unam.mx/4262/1/5-Vol2_Parte1_Eje3_Cap3-105-Ruiz-Sarmiento-Sosa.pdf+&cd=18&hl=es-419&ct=clnk&gl=mx&client=firefox-b-d
Publicado originalmente en prensa local Por Esto! 8 de mayo de 2019