El Taller de Ciudades Futuras es un proyecto educativo inspirado dos procesos formativos y en dos eventos mundiales. El primer proceso formativo fue el entrenamiento como Líder Climático (Climate Reality Leadership Corps) el 23 de marzo de 2018 a cargo de Al Gore como parte de la iniciativa www.ClimateRealityProyecto.org. En este entrenamiento se destacaron los riesgos ambientales a los que estamos expuestos y sobre todo la urgencia de tomar acción de manera inmediata sobre decisiones determinantes sobre la gestión del suelo, de los recursos naturales, y de la necesidad de educar y construir una conciencia colectiva.

El segundo proceso fue la certificación avanzada en el uso de la Metodología de LEGO® SERIOUS PLAY® para la construcción de escenarios futuros del 20 de febrero de 2020 con base a la propuesta de Adam Kahane “La planificación transformadora por escenarios. Trabajando juntos para cambiar el futuro” (https://reospartners.com/publications/la-planificacion-transformadora-por-escenarios/). Es esta certificación estuvo a cargo de Per Kristiansen, uno de los creadores de la metodología de LEGO® SERIOUS PLAY®. En esta certificación trabajamos en la visualización de escenarios futuros y en ese preciso momento el “Coronavirus” parecía algo lejano que aún estaba en China. Sin embargo, durante el desarrollo del taller fuimos respondiendo a preguntas como: ¿Qué pasará si se convierte en una pandemia?, ¿Qué pasará si se cierran fronteras? ¿Qué pasará si no podemos salir de casa?, y otros muchos cuestionamientos.

Lo interesante fue que justo 3 semanas después de haber tenido la experiencia en la certificación de escenarios futuros, empezamos a vivir por primera vez en la historia de la humanidad una pandemia. Aquello que visualizamos ya lo estábamos viviendo. Este es el primer evento mundial que inició el 11 de marzo de 2020 para dar conclusión el 5 de

mayo de 2023 conforme a lo que estableció la Organización Mundial de la Salud. Esa destacar que en plena pandemia y antes de que las vacunas estuvieran listas, el agua empezó a cotizar en la Bolsa de Valores de Wall Street en diciembre de 2020.

Este es el contexto que aunado a mi formación como arquitecta e investigadora en temas urbanos desde el año 2000 en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán, así como mi experiencia en la función pública a cargo de la Dirección de Desarrollo Urbano durante el periodo 2010-2012, dio lugar a desarrollar espacios alternativos para comunicar temas relativos a la ciudad y sus problemáticas, los cuales se dieron a través de la publicación de artículos de opinión en la prensa local desde enero de 2016 bajo el concepto de Pensando en la Ciudad, que posteriormente migró al Blog de Ciudades Futuras, en cual de integraron los artículos a manera de una Agenda Urbana y con el lema de que “las ciudad futuras se construyen hoy con un análisis crítico del pasado”. De manera simultánea se desarrolló desde diciembre de 2016 la plataforma Habitar y más para entrevistar actores claves y comunicar a través de las redes sociales temas relevantes de arquitectura vivienda y ciudad.

Todo lo anterior me inspiró a desarrollar a manera de prueba una propuesta educativa diferente en donde abordáramos de manera diferente las problemáticas urbanas a partir de la comprensión crítica de la historia y con base en ello, establecer las pautas para la visualización de escenarios futuros plausibles, a partir de la interpretación de metáforas como señales de cambio o de alerta. Así nació el curso de verano Ciudades Futuras en julio de 2022.

Para mi grata sorpresa, la UNESCO declaró el 2 de diciembre de 2022 el “Día Mundial de Futuros”, como llamado a los gobiernos, universidades, sociedad civil y sectores empresariales, para aprender a pensar de una manera flexible y “Abrir la mentalidad y reflexionar sobre el futuro, tanto los riesgos que entraña como las promesas que alberga”[1], toda vez que tendremos que dar respuesta a los desafíos que nos depara la velocidad con la que cambian las cosas en un mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) y que suceden en un entorno complejo BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible).