El dilema del segundo anillo periférico para Mérida

La urbanización de la periferia sin una política de suelo para la movilidad urbana

¿Cuál es la realidad hoy en día después de casi 15 años de “planear” la ciudad compacta y una periferia autosuficiente? Pues que no tenemos ni lo uno y mucho menos lo otro. La urbanización de la periferia sin una política de suelo para la movilidad urbana es una bomba de tiempo. Habría que reflexionar sobre qué es lo que esperamos para Mérida en los próximos 20, 30, 40, 50 o más años. ¿Qué podemos predecir y visualizar en escenarios futuros con base a lo que se ha fomentado en la expansión urbana de Mérida en los últimos 20 años? Y, sobre todo, diferenciar entre lo que es “HACER Ciudad” o sólo expandirla. Porque la urbanización de la periferia sin una política de suelo para la movilidad urbana, aunada a la idea de construir un segundo anillo periférico, contraviene el sentido de la política pública de la planeación urbana que le apuesta a la ciudad compacta, vibrante y sustentable. ¿Cuánto nos va a costar vivir en una ciudad expandida con efecto de doble dona y que se vacía en su interior?

¿Cuál es la realidad hoy en día después de casi 15 años de “planear” la ciudad compacta y una periferia autosuficiente? Pues que no tenemos ni lo uno y mucho menos lo otro. La urbanización de la periferia sin una política de suelo para la movilidad urbana es una bomba de tiempo.

 

Alrededor de hace 5 años el tema sobre la construcción del segundo anillo periférico a 4 o 5 kilómetros de distancia del actual, ha sido objeto de discusión que se ha fundamentado desde la necesidad de mejorar la movilidad en Mérida en su zona metropolitana. Sin embargo, la política pública en materia de planeación urbana desde el Programa de Desarrollo Urbano (PDU) del 2003, así como los subsecuentes del 2010, 2012 y 2017, establecían la necesidad de fomentar una ciudad compacta y evitar el crecimiento en los bordes de sus periferias.

Hoy en día tenemos al periférico de Mérida que tiene un efecto dona, que no sólo está saturado, sino que además estrangula a las principales arterias de ingreso y salida.

En algunos casos se habló de detonar las comisarías de Mérida para que sean autosuficientes y con base en ello se desarrollaron 10 programas parciales de desarrollo urbano en la periferia de Mérida. Para el 2012 se discutía sobre la capacidad del Ayuntamiento para municipalizar lo que se desarrollaría más allá del periférico y se determinó que el área urbanizable tendría que ser autosuficiente y por ello, la dotación de servicios e infraestructuras correría por cuenta de los desarrolladores. El resultado fue el boom de las privadas o desarrollos inmobiliarios en propiedad de régimen en condominio. Que sí bien no requieren del Ayuntamiento para que les den mantenimiento a sus “amenities” y áreas comunes, sí requieren de la accesibilidad urbana para la movilidad y redes de servicios e infraestructuras básicas.

El periférico de Mérida es altamente peligroso por la velocidad en la que transitan los automovilistas, bajo la idea de que les va a aligerar los recorridos que dentro de la ciudad son caóticos.

En el actual PDUM 2017 se establece como objetivo relativo al crecimiento urbano de Mérida, la cuestión de inhibir la expansión y fomentar el desarrollo compacto de la ciudad. Pero ¿cómo se logra esto? ¿cómo podemos estar hablando de inhibir la expansión urbana si al mismo tiempo se coquetea con la idea de un segundo anillo periférico para la ciudad? Si la solución es una gran vialidad que conecte con la periferia, ya la tenemos. Hoy en día tenemos al periférico de Mérida que tiene un efecto dona, que no sólo está saturado, sino que además estrangula a las principales arterias de ingreso y salida. Y también es altamente peligroso por la velocidad en la que transitan los automovilistas, bajo la idea de que el periférico les va a aligerar los recorridos que dentro de la ciudad son caóticos.

¿Cuál es la realidad hoy en día después de casi 15 años de “planear” la ciudad compacta y una periferia autosuficiente? Pues que no tenemos ni lo uno y mucho menos lo otro. La urbanización de la periferia sin una política de suelo para la movilidad urbana es una bomba de tiempo. Hay que ver cómo se forman los cuellos de botella en las horas pico para poder salir de las zonas de las privadas e incorporarse a la vida laboral rumbo a Mérida y viceversa. Por lo tanto, cómo se puede hablar de eficientar la movilidad en un territorio en donde NO se planearon las vialidades adecuadas, no sólo para los automóviles, sino principalmente para las rutas del transporte público y las diferentes formas de movilidad que una ciudad sustentable e inteligente requiere.

De igual manera hay que destacar que Yucatán está siendo reconocido por sus múltiples facetas como uno de los mejores lugares del mundo no sólo para invertir, sino para vivir. Y precisamente por las inmejorables condiciones en las que nos estamos consolidando hay que prestar atención al tema urbano y su impacto en la economía y calidad de vida de los habitantes. Por lo tanto, pensar que un segundo anillo periférico nos garantizará mejores condiciones de movilidad para los que quieran invertir o vivir más allá de 5 o más kilómetros de Mérida, requiere de análisis socioeconómicos comprometidos con el desarrollo urbano y humano, más que con un tema exclusivamente presupuestal para financiar infraestructuras viales.

En virtud de lo anterior, habría que reflexionar sobre qué es lo que esperamos para Mérida en los próximos 20, 30, 40, 50 o más años. ¿Qué podemos predecir y visualizar en escenarios futuros con base a lo que se ha fomentado en la expansión de Mérida en los últimos 20 años? Y, sobre todo, diferenciar entre lo que es “HACER Ciudad” o sólo expandirla. Por que la urbanización de la periferia sin una política de suelo para la movilidad urbana, aunada a la idea de construir un segundo anillo periférico, contraviene el sentido de la política pública de la planeación urbana que le apuesta a la ciudad compacta, vibrante y sustentable. ¿Cuánto nos va a costar vivir en una ciudad expandida con efecto de doble dona y que se vacía en su interior?

Publicado originalmente en prensa impresa local Por Esto! 9 de septiembre de 2019.

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